Es interesante saber como una profesión de tan
reciente actualidad y demanda tiene sus orígenes en tiempos remotos. De hecho
debemos de trasladarnos a la época romana donde el primer sistema de transporte
sanitario evacuaba a los heridos de los campos de batalla.
Ya en España en el reinado de Isabel la Católica
(Siglo XV), donde se crean las primeras ambulancias y hospitales de campaña.
Poco a poco los sistemas de traslado de pacientes
han ido evolucionando. Es de destacar, que el valor añadido que
tradicionalmente aportaban las ambulancias “simplemente
la condición de desplazar pacientes”, se ha transformado poco a poco hacia
nuevos productos, como transportar al paciente adecuado, con el vehículo
apropiado, en el tiempo objetivo, con comodidad, con manejo sanitaria correcta,
con tecnología de movimiento y de electromedicina avanzados, y sobre todo con trabajador con una cualificación adecuada.
En la actualidad el sector del transporte sanitario,
está en continuo cambio debido a las continuas exigencias que requiere el
entorno de manera que cada vez se persigue más su profesionalización y
eficiencia. Ello lleva consigo que también estén en continuo cambio las
condiciones de empleo y formación que se requieren de los profesionales del
sector.
Actualmente:
·
Las
empresas de transporte sanitario se dividen en públicas y privadas. Las primeras dependen de los Servicios de
Salud de las diferentes Comunidades Autónomas. El sector privado lo forman
mutuas, y servicios de transporte sanitario privados que suelen ser pequeñas y
medianas empresas y en un alto grado formada por miembros con algún parentesco
(padre-hijo, primos, madre-hijo, etc).
·
Los
trabajadores del transporte sanitario suelen ser de mediana edad, es decir, la
media de edad de estos profesionales se sitúa entre los 35 y 40 años.
·
Las
dos principales quejas de este sector están relacionadas en primer lugar a su financiación (dependen de los fondos de
las administraciones públicas), y en
segundo lugar las condiciones laborales
de sus trabajadores (poca estabilidad laboral y bajas remuneraciones).
En referencia a formación y acreditación de competencias
nos encontramos:
·
Que los profesionales del transporte
sanitario presentan un nivel formativo bajo. La mayoría de ellos tienen la
formación mínima para trabajar en el sector y que además se ha considerado
suficiente para trabajar como conductor o camillero. Nos referimos a los
certificados de técnicos en emergencias sanitarias básico (TES-1) y avanzado
(TES-2).
·
A través de esta entrada Mantia pretende
difundir la oferta formativa que nace de la insuficiencia formativa que hemos
comentado. Con ello nos referimos a los dos certificados de profesionalidad
existentes y al título de formación profesional de grado medio.
o
Certificado de Profesionalidad “Técnico en
Transporte Sanitario”
o
Certificado de Profesionalidad “ Emergencias
Sanitarias”
o
Ciclo de Formación Profesional de “Técnico en
Emergencias Sanitarias”
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